Vestidos para invitadas en la boda

Vestidos de noche y de fiesta

Con el verano, llegan nuevas tendencias en cuanto a los vestidos de fiesta y de boda. Se nota sobre todo en los colores, mucho más alegres que en invierno. Vuelven los estampados, las flores y los hombros descubiertos, y es que el buen tiempo es el mejor aliado para lucir bien espléndidas.

Esta temporada, a diferencia de las anteriores, han entrado con mucha fuerza los vestidos con estampados. Quedan atrás las piezas monocolores. Se apuesta mucho por las combinaciones de blanco y negro, ya sea en estampados lineales como en otros más atrevidos, del tipo de los floreados. El negro sigue siendo el clásico de los clásicos en cuanto a los vestidos de noche, ya que denota elegancia y siempre nos hace acertar. Sin embargo, poco a poco van ganando terreno los colores más ácidos, que hasta ahora habíamos relacionado más habitualmente con ceremonias de día. Así pues, no es de extrañar, que en una fiesta o boda de noche, empezamos a ver colores como fucsias, azules eléctricos, rojos, lilosos, etc.

Hasta hace poco, la tradición mandaba que por la noche, las señoras debían llevar siempre vestido largo. Ahora, sin embargo, esta tradición parece haber quedado un poco atrás, porque cada vez son más las señoras que optan por un vestido corto. Estas siguen las mismas tendencias que los largos. O sea, que para este verano vienen las piezas vaporosas. Ajustadas de cuerpo pero con fuerza voladizo de cintura para abajo. Evidentemente, donde más lucen estos vuelos es en los vestidos largos, ya que permiten jugar mucho más con sobrepuestos y texturas. Estas, mediante tejidos como la gasa o el giorgette, permiten conseguir faldas que ayudan a estilizar aún más la figura de la mujer.

Los escotes palabra de honor, los tirantes o los vestidos cogidos al cuello son la gran apuesta para este verano, una temporada en la que la sencillez de los vestidos impera ya que no se buscan estridencias ni recargues. Quizá por eso entran con mucha fuerza los complementos como collares en forma de flor y plumas. Son llamativos y dan un toque de elegancia a un traje de sencillez aparente.